lunes, 16 de agosto de 2010

La Bitácora


Le suma total importancia a la mente que emana imágenes podridas de viento, y es entonces cuando recuerdo una vida sórdida pero feliz, incompleta pero estable.

Un padre convencido de ser quien es, pero a su vez, temeroso; una madre poderosa, audaz, pero terriblemente sensible; un hermano que fue parte de mi infancia, un ídolo, mi arquitecto...casi todo, hoy cruzado y confundido.

Me aliento día a día en tratar de no caer en la misma situación que me hostiga.
La idea: Manejar situaciones por donde quiera que vaya, controlar mis pensamientos con la razón, llevar a cabo mis planes de escritora, formadora, poeta y cineasta.
El objetivo: Una mujer plena, inteligente y amante de la soledad (cuando me atreva a enfrentarla).
El resultado: Un largo camino por andar y bien ponderado.


jueves, 18 de marzo de 2010

Y aunque ya paso el invierno la primavera sabe que la espero en tus brazos...

viernes, 12 de marzo de 2010

Sólo creelo...

Es en estas tardes de neblina coatepecana que se adentran los olores y las carencias varias, es...cuando razonas y te das cuenta de que la soledad es un pilar que absorve decadencias que no dejan de sangrar.

He tratado de no sentir ese agüjero torpe en el estómago cuando una silueta pasa por tu alrededor...ese escalofrío que odio y me hace temblar cuando te escucho.

Eres un espectro que juega con mi cerebro, mi cuerpo y hace temblar mi voz...apareces como si nada...y de repente te adentras en mi pensamiento dejando escapar un recuerdo que estaba enclaustrado en mí.

Mimetizas los colores del aroma, quebrantándose poco a poco en mi esencia...

Creeme que te quiero...
Como bien saben mis queridos lectores, no me considero la típica nena que habla del amor como algo mágico, ni de soñar con el hombre de mis sueños, y que si me preguntan ¿cuándo te casas? la respuesta les parece hasta un poco pesimista.
¿Cuándo dejé de creer en que existen las mariposas en el estómago?
Sinceramente, nunca me dí cuenta, nunca pude pensar en qué me mantenía serena en todo este tiempo; hoy descubrí que las ilusiones hacen que mantengas una pequeña sonrisa sin alguna razón, descubrí que hasta los dolores menstruales no provocan ni un gesto de molestia, descubrí que un masapan sabe más rico cuando él está, y descubrí que el amor vuelve a pasar.
Llámenme cursi o simplemente "ennoviada". ¿Y Qué?

Hablo de este sentimiento gris que suele teñirse de azul cuando te veo, pero no del azul del cielo, ni del azul del mar, sino de ese que cubre las noches frías, de ese azul. Hablo de un hombre que conocí una noche de viernes y que robó mis miedos para mitigarlos junto a su pecho, no del hombre que paseaba por pasillos huecos, sino del de la sonrisa discreta. Hablo de ti, de tu olor y de ese beso robado para más tarde adentrarnos en nuestro ser como dos libélulas volando. Hablo de que ese beso fue de este mundo, y este mundo es para nosotros juntos. Hablo del encuentro que anhelo cuando no estás. Hablo de sentir, de soñar, de vivir. Hablo de mí, de esta sonrisa que me robas cuando te tengo cerca. Hablo de esto que jamás, aunque espero, dure mucho. Abrazos, olores. Hablo de que simplemente te quiero.